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¿Cómo medir el ROI (Retorno de Inversión) de una estrategia de datos?

Hablar de medición de resultados, especialmente si se trata de ROI (Retorno de Inversión), puede ser un proceso tan sencillo o complejo dependiendo de lo que se pretenda evaluar. Aunque históricamente esta métrica se ha asociado a áreas como marketing, ventas, finanzas e inversiones, actualmente cobra un protagonismo creciente en el ámbito de las estrategias de datos y su gobernanza.

En ese sentido, invertir en una estrategia de datos puede ser prometedor, no solo por las expectativas de generar insights valiosos, optimizar procesos y fortalecer la toma de decisiones, sino también por la magnitud de su inversión en términos de implementación, operación y costos, por lo que medir su retorno puede resultar desafiante, especialmente cuando algunos beneficios se perciben como intangibles.

En este artículo te explicamos cómo calcular el ROI de tus iniciativas de datos y cómo evaluar si realmente están generando valor para tu organización.

1. Define los objetivos que la empresa quiere lograr:

Antes de comenzar una iniciativa relacionada con datos, es vital determinar los objetivos que la empresa quiere lograr, teniendo en cuenta que estos deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo definido.

Ejemplos:

  • Reducir los costos operativos en un 10% en 6 meses (corto plazo)
  • Incrementar las ventas en un 15% en 12 meses (mediano plazo)
  • Aumentar la fidelización de los clientes en 20% en 18 meses (largo plazo)

2. Identifica los costos asociados a la estrategia de datos implementada:

Para calcular el ROI de la estrategia de datos no solo debes conocer el valor real de la inversión, también debes tener en cuenta los gastos directos e indirectos de la misma.

Ejemplos:

  • Costos de software, licencias, suscripciones, almacenamientos en la nube, etc.
  • Costos de capacitación, nómina directa y/o consultores externos
  • Costos operacionales o de mantenimiento

3. Cuantifica los beneficios tangibles e intangibles:

Ten en cuenta que los beneficios de una estrategia de datos pueden ser tangibles (generan monetización) o intangibles (no generan monetización directa pero son de alto valor), por lo que en ambos casos debes considerarlos y documentarlos adecuadamente.

Ejemplos de beneficios tangibles:

  • Incremento en las ventas en un 10%
  • Expansión del mercado en 4 nuevos países
  • Reducción de costos en un 15%

Ejemplos de beneficios intangibles:

  • Mejora en la toma de decisiones
  • Mayor confianza en los datos
  • Cumplimiento normativo

4. Calcula tu ROI:

Una vez tengas el costo total de la inversión y los beneficios tangibles (monetizados), utiliza esta fórmula para medir tu ROI:

ROI = Beneficio monetario total – Costo total de la inversión / Costo de inversión X 100.

El resultado de la fórmula será tu ROI. Ten en cuenta que si el número final es positivo indica que la inversión generó ganancias, si por el contrario el número es negativo indica que tu inversión generó pérdidas.

Consejos prácticos:
  • El ROI de una estrategia de datos debe realizarse periódicamente teniendo en cuenta que este es un proceso continuo y variable. Es fundamental monitorear los objetivos propuestos en el paso 1, recopilar la retroalimentación de cada fase y con base en los datos obtenidos en la primera medición ajustar tanto la estrategia de datos como las inversiones. De esta forma podrás optimizar tus recursos, lograr los resultados esperados y potenciar el impacto de tus iniciativas.
  • Recuerda que establecer el ROI de tu estrategia de datos te permitirá iniciar la cuantificación detallada del activo más importante de las organizaciones: los datos.

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